La única verdad soy yo (sobre el derecho a la salud)

Dibujo realizado por Wies Merkx

Tomando en consideración solo a los seres humanos, en diciembre 2019 representamos unas siete punto siete billones de verdades en el planeta tierra, y seguimos contando.

Siete punto siete billones de cuerpos diferentes, siete punto siete billones de mentes y espíritus diferentes; siete punto siete billones de seres distintos.

¿En qué se basa la ‘medicina basada en evidencia’? ¿Es posible hablar de ‘evidencia’ cuando hablamos de un cuerpo humano? Los estudios ‘científicos’ incluyen a un minúsculo porcentaje de todos esos seres y analizan solo una pequeña parte del sistema total que cada uno de nosotros representa. Además, se basan en métodos sensibles a la manipulación y sus resultados a menudo dependen de quiénes los realizan y financian. Aún así, pretenden poseer la verdad.

Su verdad no es la verdad. No existe un método ‘científico’ que represente a siete punto siete billones de almas. Asumamos humildad.

Respetar el derecho a la salud implica respetar el derecho a eligir libremente cómo vivir y cómo sanarse. Implica respetar la capacidad de cada uno de esos siete punto siete billones de seres humanos de aprender a leer y escuchar los señales de los sistemas que son su propio ser, y buscar mecanismos, terapias y tratamientos apropiados, ajustados a sus preferencias y necesidades. La ‘medicina basada en evidencia’ es un solo sistema de conocimiento entre muchos, cuyos vínculos con grandes intereses económicos ya le quitaron su credibilidad.

Honro todos los sistemas de conocimiento que el ser humano ha venido desarrollando a lo largo de los tiempos y espacios. Muchos sobrevivieron por siglos, por transferencia generacional, de madre a hijo, familia a vecino, comunidad a pueblo, por voluntad humana y resultados concretos; no por dinero. Honro igual la ciencia no manipulada, no capturada, servidora del bien de la humanidad y el planeta.

Anhelo que explorando mi ser, un día logre entender mi naturaleza, mi idiosincrasia y que llegue a sentirme serena, sana, equilibrada, feliz, amorosa y rodeada por un planeta que viva su vibrante autenticidad.

Analizo aquellos sistemas de conocimiento que sostienen estas maravillosas proyecciones hacia el futuro para mí; que me dejan ser libre para hacer lo que yo creo bien para mí. Por ellos me dejo guiar.

No hay estadística que represente mi verdad. Yo soy mi única verdad, y tú, mi amor, tú eres la tuya.

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